Fermentación del Vino
La fermentación alcohólica es el proceso por el que el azúcar que contiene la uva se transforma en alcohol. Durante la fermentación la levadura interactúa con
los azucares del mosto para crear etanol y dióxido de carbono.
Durante la fermentación alcohólica se produce una gran cantidad de dióxido de carbono que se encarga de proteger al vino de la oxidación.
El calor es otro efecto generado durante la fermentación alcohólica por lo que la temperatura del mosto en los recipientes debe controlarse por medios externos.
Temperaturas más bajas o más altas hacen que las levaduras realicen su labor de forma diferente, afectando a las características del vino finalizado.
Las necesidades de las levaduras están directamente relacionadas con la cantidad de azúcar a fermentar, podemos tomar un valor medio de 0,8 mg de NFA (nitrógeno fácilmente asimilable) necesario por cada gramo de azúcar a fermentar.
Tarda entre 5 y 14 días en terminarse.